Estrategias para desarrollar las competencias para la salud pública en la fuerza de trabajo: basadas en políticas actuales y evidencias

Publication year: 2007

Como parte del compromiso de los países de las Américas de fortalecer sus recursos humanos de salud durante los próximos diez años, y en consonancia con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) a ese esfuerzo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, este documento utiliza los conocimientos y las evidencias existentes a fin de recomendar estrategias para el desarrollo de recursos humanos y la capacitación en el campo de la salud pública en la Región de las Américas. Las actividades en este campo incumben no solo a los funcionarios de salud pública, sino también a trabajadores de atención primaria de salud, personal paramédico y trabajadores en otros campos que no se encargan específicamente de funciones de salud pública. A fin de coordinar a esta variedad de participantes y fortalecer la capacidad de los países para prestar los servicios sanitarios que su población necesita, la estrategia de desarrollo debe ser holística y abordar las numerosas cuestiones complejas y afines que ponen a prueba la fuerza y la sostenibilidad de la fuerza de trabajo de salud de la Región.

El primer paso fundamental para el desarrollo de recursos humanos de salud pública es examinar las instituciones que prestan servicios en ese ámbito:

saber cuántas hay y dónde están y comprender la composición de su personal, el tipo de actividades de salud pública que llevan a cabo y el tiempo que dedican a esas actividades. Esta información, combinada con evaluaciones de la calidad del desempeño y las necesidades percibidas, permitirá caracterizar la fuerza de trabajo y revelará la competencia necesaria y los vacíos que deben llenarse. La capacitación de la fuerza de trabajo actual y la educación de la fuerza de trabajo futura dotarán a los recursos humanos de las aptitudes, la capacidad, los conocimientos y las actitudes necesarios para llevar a cabo actividades de salud pública que satisfagan las necesidades de la población. A fin de crear programas de estudios eficaces y lograr la combinación de aptitudes correcta en las instituciones del sector, las autoridades sanitarias deben colaborar con los sectores académico y laboral. Además, debe haber órganos normativos independientes que acrediten a las instituciones académicas, certifiquen los programas de educación y supervisen el desempeño de las instituciones de salud pública para que se proporcione educación de buena calidad y se mantengan las normas de servicio. (AU)