Una experiencia con la evaluación individual de la productividad académica en la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo, Brasil
Int. j. morphol; 20 (2), 2002
Publication year: 2002
La Universidad de San Pablo es comparable con las mejores universidades medias de los Estados Unidos donde se lleven a cabo tareas de investigación. En su Facultad de Medicina, la evaluación entre colegas (los pares) es básicamente incuestionable. No obstante, en el mundo de hoy, de intensa especialización, la mayor parte de las subdisciplinas médicas resultan demasiado pequeñas y relacionadas entre sí como para permitir que dicha evaluación entre colegas resulte objetiva, cuando se la realiza internamente. Además, las ciencias biomédicas han llegado a un punto en que la línea que separa las diferentes disciplinas se hace cada vez más borrosa. La mayor parte del personal universitario se compone de empleados estatales que mantienen el mismo trabajo durante toda su vida, con un sueldo bajo que les provee el gobierno. En San Pablo, Brasil, las universidades estatales perciben el 10 por ciento de los impuestos del estado; tarde o temprano deberán justificar esa inversión ante la sociedad. Luego de tres décadas de salarios realmente bajos, el sistema actual paga sueldos a un personal que, de a poco, ha ido reduciendo su productividad. Nuestra Facultad de Medicina recibe el apoyo substancial de una fundación particular que se ha creado a tal efecto. Para garantizar la eficacia del empleo de esos recursos, hay que establecer un sistema presupuestario que asegure incentivos que impulsen al personal a destacarse en las actividades académicas. Esto se logró al complementar los bajos sueldos con el otorgamiento de premios y una complementación salarial (además del sueldo), cuyo fin fue incrementar los resultados de productividad hasta que éstos alcanzaran los standards internacionales. La tarea de destinar parte del presupuesto a complementar los salarios de los facultativos requiere programas especiales, que incluyan la adopción de rutinas para la evaluación constante de la productividad académica. Ciertos índices de rendimiento nos permitieron clasificar al personal universitario en categorías, según un escalafón, de modo que se pudieron complementar -con las distinciones de cada caso- sus salarios de acuerdo con la productividad individual. La selección de personas se basa estrictamente en el mérito, con orientaciones explícitas que ayudan al aspirante a comprender los criterios que regirán la consideración de sus solicitudes.