Recientemente, en la Región de las Américas, los Estados Miembros de la OPS han hecho progresos sustanciales para llevar a la práctica una agenda de desarrollo más inclusiva que tenga a las políticas sociales como uno de sus componentes principales. En algunos países, la sinergia entre el crecimiento económico sostenido y las políticas sociales inclusivas explica la reducción del número de personas que viven en la pobreza y la disminución de las inequidades en la distribución de la riqueza, lo que se suma a otras mejoras paralelas en cuanto al empleo y el nivel de alfabetización. Estas tendencias, a su vez, han contribuido al aumento de la demanda de servicios sociales de buena calidad. La afirmación de la salud como un derecho humano fundamental es un componente central de esta agenda. El desarrollo de sistemas de salud unificados, la renovación de la atención primaria de salud y la búsqueda de modelos de servicios de salud mejor integrados, centrados en la persona y de orientación comunitaria representan estrategias esenciales para hacer de este derecho una realidad. Se está alcanzando el consenso en torno al concepto de la cobertura universal de salud como uno de los objetivos clave del desarrollo mundial en el futuro.(AU)