Conductas Violentas en las Instituciones de Salud, un circulo vicioso no saludable. Estudio de caso del Hospital de Puerto Madryn

    Año de publicación: 2005

    Brindar evidencia empírica de la existencia de conductas violentas en el ámbito del Hospital Dr. Andrés Isola de Puerto Madryn.

    Los dos grandes grupos están conformados por quienes son:

    a) trabajadores del hospital y b) quienes demandan sus servicios; b1) pacientes PAMI, b2) pacientes No PAMI. La técnica que se utilizó fue el muestreo estratificado intencionado. Existe evidencia empírica de la existencia de conductas violentas en el ámbito del Hospital Dr. Isola. Las modalidades consideradas "recurrentes" son del tipo: ataques verbales, críticas, gritos, injurias en voz alta, observaciones despectivas, ridiculizaciones, y desacreditaciones frente al resto de los compañeros (83 porciento); desperfectos intencionales en el lugar de trabajo y/o vehículo (80 porciento) y amenazas de toda índole con el objeto de cohibición (77 porciento). Las características de las conductas violentas es que se generan en todas las direcciones, (son multidireccionadas), hacia el interior de la institución y hacia fuera de la misma, como parte de la cultura institucional que se traslada al mal trato hacia los pacientes y viceversa , como resultado, entre otras causas, de las falencias organizacionales y del contexto social general Las medidas de prevención desde la percepción de los propios actores, comienzan con el reconocimiento de la existencia de conductas violentas y de sus implicancias dentro del contexto políticas de salud. Se advierte que la prevención debe contemplar la puesta en escena de facilitadores formales en las instituciones, vale decir de espacios y tiempos, destinados a: programación de actividades locales para la prevención, la creación de talleres que den lugar al conocimiento entre las personas y las tareas que desempeñan, y de espacios de discusión, entre los distintos servicios. Expresamente los participantes manifestaron la necesidad de contar con profesionales capacitados para la coordinación de los espacios y neutrales frente a los diferentes intereses en juego que se pudieran manifestar, Por los efectos identificados por los propios actores, podemos inferir un estado alarmante de consecuencias adversas dentro de los trabajadores de salud, visualizadas a través de conductas violentas, y que al momento de la presente investigación, no tienen correlato en lo identificado por los pacientes

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