Los valores de los problemas conductuales y emocionales hallados en este estudio resultaron superiores en la mayoría de los casos a los valores establecidos en niños de población normal. Considerando las diferencias entre los niños y las niñas con enfermedades orgánicas crónicas se detectan medias mayores en el caso de los pacientes varones para las escalas de Problemas de atención, Conducta antisocial, Agresividad y Externalizante. Los síndromes externalizantes son los más prevalentes en niños (Verhulst et al, 1985, Achenbach et al, 1991, Samaniego, 1999). Empero y coincidentemente con estudios previos (Samaniego, 1999) la escala Internalizante se encuentra significativamente aumentada con respecto a la media de la población normativa, acercándose a la media de la población de niños que se encuentra en atención psicológica o psiquiátrica (Samaniego, 1999). Este dato sugiere el aumento de sintomatología internalizante en el caso de los pacientes varones.Estas estimaciones señalan que los niños considerados muestran mas problemas de comportamiento y emocionales que los niños de la población normativa. Dentro de los grupos evaluados los niños con HIV muestran una tendencia a padecer más problemas que sus pares con otras enfermedades, siendo las diferencias estadísticamente significativas en el caso de Problemas de atención y conducta antisocial. Posiblemente aquí se estarían conjugando factores relativos a la enfermedad en sí, a su condición de cronicidad, al estigma social y a las condiciones de vida de estos pacientes y sus familias.