La incidencia de hipertensión arterial oculta fue de 12.5 por ciento y la tensión arterial normal alta (estado prehipertensivo) del 7.5 por ciento. No se evidenció correlación entre la hipertensión arterial oculta y las alteraciones del ritmo circadiano. Los pacientes con hipertensión arterial oculta evidenciaron hipertensión arterial diastólica sostenida a predominio nocturno (p= 0.009) con cargas de tensión arterial sistólica mayor al 60 por ciento (p= 0.0001). Esto pone en evidencia, al igual que fuera descripto por otros investigadores, la prevalencia de hipertensión arterial nocturna en los pacientes pediátricos con insuficiencia renal, diabéticos o transplantados renales, reforzando así la importancia del MAPA para objetivar alteraciones de la tensión arterial que no pueden constatarse en el control de consultorio. Además encontramos alteraciones del ritmo circadiano (non-dipping o falta de descenso de la tensión arterial sistólica y diastólica nocturna de un 10 por ciento o más con respecto al promedio diurno) en el 60.5 por ciento de los pacientes. Si bien no se conoce el porcentaje de la población pediátrica sana que presenta este fenómeno, se lo ha correlacionado con mayor hipertrofia de ventrículo izquierdo en poblaciones con hipertensión arterial secundaria. Todos los pacientes con hipertensión arterial oculta fueron medicados con inhibidores de la enzima de conversión (enalapril). Como segunda etapa de este proyecto queda pendiente reevaluar a los pacientes con MAPA postmedicación y completar la evaluación con ecocardiograma 2D. El hallazgo de hipertensión arterial oculta en esta población de riesgo (pacientes con disminución de la masa nefronal), les confiere a estos niños el beneficio de tratamiento precoz de la hipertensión arterial, que junto con la proteinuria constituyen 2 de los factores ampliamente conocidos de progresión de la enfermedad renal.