Está demostrado que los hijos de madres que consumen alcohol pueden presentar dismorfias faciales, deficiencias motrices y/o intelectuales siendo esta una población que necesita asistencia de rehabilitación, sostén psicológico familiar y apoyo para su inserción social. La identificación de estas madres en una población en riesgo, el apoyo asistencial a las mismas luego del parto y el seguimiento clínico de sus hijos cuando presenten patología permitirá identificar la relación de estos factores con el consumo materno de alcohol y establecer estrategias para su prevención y tratamiento. Los resultados presentados en este informe muestran que existe una mayor incidencia de dismorfias y un mayor porcentaje de presencia de baja vitalidad al nacer en los neonatos de madres que han consumido alcohol durante el embarazo que en aquellos nacidos de madres no consumidoras de alcohol, mientras que otras variables como peso, talla y perímetro cefálico entre otras, no presentan diferencias significativas entre los dos grupos.