Relación entre el uso de alcohol y drogas, el riesgo de infección por HIV y el rol de redes sociales en jóvenes pertenecientes a sectores de bajos ingresos

    Año de publicación: 2003

    En el análisis del diagnóstico presentado surgen algunas de las características centrales de la población joven del Gran Buenos que permiten avanzar sobre el perfil de las redes sociales en las que los usuarios de drogas están insertos. Si bien no se cuenta con información referida al nivel de ingresos de los jóvenes usuarios de drogas afectados por el HIV/SIDA, la alta proporción de jóvenes con bajo nivel educativo ilustra sobre ¡as condiciones de pobreza en que vive este grupo. El consumo de alcohol y drogas empeora aún más la situación, pero no es el único factor de vulnerabilidad, sino que se inserta en un contexto de marginación más amplio. En este marco, puede afirmarse que se trata de una población poco institucionalizada, con dificultades de acceso a la información y a los servicios de salud, por lo que las redes sociales de inserción se reducen a los ámbitos más informales compuestos por el grupo familiar, pareja y grupo de pares que comparten el mismo territorio. Respecto a la adopción de medidas de prevención para evitar la transmisión del HIV / SIDA, se observa en estos grupos la instalación de pautas socioculturales asociadas a modelos tradicionales de sexualidad, donde el varón es el que controla la relación sexual y la mujer no tiene demasiadas posibilidades de negociar el uso de preservativo. Las diferencias de género se agudizan por la alta proporción de mujeres más jóvenes y con menor nivel educativo que los varones. Uno de los puntos clave para el desarrollo de estrategias de prevención en estos grupos pasa por asumir el consumo como un problema de salud pública, fortaleciendo las capacidades de detección e intervención por parte de los servicios de salud. En relación a esto, resulta más útil salir en búsqueda de esta población que generar dispositivos institucionales dirigidos a un sector que no se siente convocado por las instituciones y está alejado de las mismas. Al respecto, los mismos usuarios de drogas bajo tratamiento plantearon la necesidad de contar con más herramientas para la prevención, ya que de esta manera podrían mejorar su propio cuidado e influir sobre las personas de sus círculos más cercanos. El desarrollo de una estrategia de formación de multiplicadores de pares entre ios usuarios de drogas o ex - usuarios que se han acercado a la consulta o están en algún dispositivo de tratamiento, puede significar un primer paso para motivar a estos jóvenes a aplicar medidas de cuidado y acceder a otros sectores con los que se tiene menor contacto o bien, ni siquiera están visualizados, sean éstos jóvenes que usan alcohol y drogas como sus parejas sexuales y sus grupos de pertenencia. Or
    VIH

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