La pandemia por COVID-19 es un reto para los sistemas de salud. Los padecimientos en salud mental (SM) son sus principales consecuencias. Según organismos internacionales la protección de la SM del personal sanitario es indispensable para la gestión de los sistemas y servicios, pero los cuidados a los agentes de salud han presentado limitaciones en su implementación. El objetivo fue construir e implementar estrategias de cuidado en el personal sanitario de los servicios de Clínica Médica y Guardia Central de un hospital de tercer nivel de la ciudad de Santa Fe y evaluar el impacto para la co-gestión del cuidado de la salud mental en relación al Síndrome de Burnout (SB) y Sufrimiento Psíquico (SP). Se utilizó un diseño metodológico de tipo mixto con método de investigación-acción. Se aplicó el Maslach Burnout Inventory (MBI) para evaluar la prevalencia de SB e indicadores próximos a la población que incluían las dimensiones de vida cotidiana, lazo social y representaciones sociales para el análisis del SP. La muestra fue no aleatoria, de tipo intencional. Se incluyó un total de 41 trabajadores que estuvieron en contacto con pacientes COVID-19 por un período mayor a 6 meses, de una población total de 190 individuos. El SP presentó un carácter estructural inherente al ser trabajador de salud que precede a la emergencia sanitaria, presentándose como un condicionante grave. La prevalencia de SB fue del 43% [IC95% 28% ⎼ 59%], sin evaluar cambios significativos posteriores a la implementación de las estrategias planteadas, dando cuenta de su cronicidad. Las estrategias de cuidado posibilitaron la resignificación de malestares, el reconocimiento entre pares, la identificación de factores protectores y la construcción de nociones de cuidado para la práctica. Se concluye que es imprescindible la necesidad de institucionalización de los espacios de cuidado ya que estos implican a las y los trabajadores como sujetos activos en los procesos de transformación de su realidad.