INTRODUCCIÓN El estado nutricional constituye un proceso de construcción social, para su entendimiento debe repararse en los indicadores antropométricos, clínicos, bioquímicos, alimentarios para ponerlos en relación con las condiciones materiales de existencia y las singularidades psicológicas y socio-culturales que se imprimen en los procesos alimentarios-nutricionales familiares. OBJETIVO Analizar cómo se transformaron las prácticas alimentarias de las mujeres-madres participantes de Casa Macuca en lo que respecta a su contribución al proceso alimentario y al estado nutricional de sus hijos/as, desde su traslado de Villa KM8 a la ciudad-barrio El Chingolo 3, Córdoba (2008-2016). METODOLOGÍA La investigación cualitativa se posicionó en un cruce entre lecturas materialistas e interpretativistas. Las unidades de análisis fueron todas las madres y niños/as que asistieron al programa CONIN, habitantes de la ciudad-barrio El Chingolo 3. La recolección de datos se realizó mediante observación participante, encuestas semi-estructuradas y talleres expresivo-creativos. El análisis de la información se sustentó en la teoría fundamentada. RESULTADOS Vivir en el “nuevo barrio” representó un cambio significativo en las condiciones materiales de vida. La organización diaria del comer se compone de comidas de olla que tienen como base menús heredados producto de experiencias pasadas; una reconfiguración en los circuitos familiares para el acceso/consumo alimentario que tiene como actores centrales a las instituciones/organizaciones barriales. DISCUSIÓN La comprensión del dato antropométrico del estado nutricional, debe acompañarse por el dato etnográfico. Los procesos alimentarios-nutricionales de los/as niños/as condensan una secuencia de prácticas alimentarias individuales/familiares, en dónde las mujeres-madres, ponen gran empeño, afecto y creatividad para resolver la comida en la cotidianeidad y contribuir a la manutención/constitución de los cuerpos de sus hijos/as