Evaluación de la implementación de PCR Real Time en la detección de Chlamydia Trachomatis y Micoplasmas urogenitales en pacientes con diagnóstico de infertilidad

    Año de publicación: 2017

    La infección genital es una de las principales causas de infertilidad en la población mundial, afecta a cada una de las diversas partes de la anatomía reproductiva, tanto masculina como femenina. Los microrganismos de transmisión sexual como Neisseria gonorrohoeae (Ng), Trichomonas vaginalis (Tv), Chlamydia trachomatis (Ct), Mycoplasma hominis (Mh) y Ureoplasma urealiticum (Uu), se encuentran asociados a una disminución del potencial de fertilidad en parejas en edad reproductiva. Las infecciones por Neisseria gonorrrohoeae y Trichomonas vaginalis, generalmente tienen síntomas clínicos y con tratamientos adecuados son erradicadas completamente. Sin embargo, las infecciones por Chlamydia trachomatis, Mycoplasma hominis o Ureaplasma urealiticum, pueden transcurrir asintomáticas o subclínicas y por tal motivo la investigación de estos microorganismos está indicada antes de cualquier procedimiento y/o técnica de reproducción medicamente asistida. La Ct es una bacteria intracelular obligada que no crese en cultivos bacteriológicos convencionales. La infección en el hombre produce uretritis, prostatitis, epididimitis, que si no son tratadas a tiempo, pueden dañar al epitelio germinal del testículo ocasionando una infertilidad secundaria. En la mujer la infección inicialmente es en cuello uterino, con signos y síntomas de cervicitis, como ser, un cuello friable con secreción mucopurulenta y si la infección asciende del endocervix causando endometritis, salpingitis, abscesos tubaricos y peritonitis, se lo conoce como Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP) pueden generar severas secuelas como infertilidad por obstrucción cicatrizal de las trompas y embarazos ectópicos. También puede afectar a la uretra femenina y causar piuria, disuria y aumento en la frecuencia urinaria. Las Ct son bacterias patógenas de transmisión sexual, vale decir que no forman parte de la flora habitual de la uretra distal del varón ni de la flora normal vaginal. En cambio los Mh y Uu, pueden estar como colonizantes de la uretra distal del hombre, y también pueden ser la causa de uretritis, prostatitis, epididimitis, cuyas consecuencias crónicas asintomáticas se conocen como obstrucciones tubaricas (conductos eferentes y deferentes, epidídimo), y sus efectos directos sobre el espermatozoide provocando enrollamiento de la cola espermática que afecta a su movilidad (aztenozoospermia). En la mujer, el Mh y el Uu, pueden colonizar la vagina o la uretra, y cuando la concentración de estos microorganismos se elevada y el microambiente lo permite suelen encontrarse asociadas a un “estado de vaginosis” o de una uretritis no gonocócica como es el caso de las infecciones por Uu. OBJETIVO Evaluar la utilidad de la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (qPCR) en la detección de Ct, Mh y Uu en pacientes femeninos y masculinos que ingresen al laboratorio con un diagnóstico de infertilidad. Así como también, comprobar la posible asociación con otros parámetros evaluados en el laboratorio como el espermograma y el exudado vaginal. MATERIAL Y MÉTODO Se estudiaron 38 muestras de pacientes que ingresaron al laboratorio con diagnóstico de infertilidad (INFT); hisopados uretrales (hu), endocervicales (he), semen, orina de 1er porción, mediante qPCR. Las muestras endocervicales y vaginales se tomaron por duplicado con hisopos de dacrón, colocando uno de ellos en un tubo seco y el otro en medio conservante hasta el proceso de extracción de ADN (siguiendo algoritmo establecido para microrganismo de difícil crecimiento. Ver Anexo I, pág. 7). Todos los pacientes firmaron un consentimiento informado (CI) para el uso de sus resultados. Para la extracción del ADN bacteriano se utilizó un kit de extracción de ácidos nucleicos. RESULTADOS Del total de 38 pacientes de ambos sexos, dentro de un protocolo de fertilidad; 28 (74%) dieron no detectables y 10 (26%) detectables por qPCR. Siendo el Uu el de mayor frecuencia con un 80%, seguido de Mh con un 20%. Ct fue no detectable tanto en hombre como en mujeres. Los Uu fueron hallados en secreciones vaginales, las que al mismo tiempo fueron analizadas y evaluadas con el criterio de BACOVA en área de bacteriología clínica arrojando un Score +1 o +2, es decir, poseían un microbioma vaginal normal y equilibrado. DISCUSIÓN Dado el alto porcentaje de pacientes que dieron positivo para la detección de Uu, y que por métodos de bacteriología convencional no se obtuvo desarrollo; se recomienda el uso de qPCR en muestras de pacientes que se encuentran en el inicio de un protocolo de infertilidad y ante una inminente aplicación de técnicas de reproducción asistida

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