El objetivo original de esta investigación fue conocer cómo se manifiesta la resiliencia comunitaria en el barrio La Nueva Esperanza a través de los discursos y prácticas de sus habitantes, frente a sus percepciones sobre impacto social, económico y sanitario de la pandemia de Covid-19 en dicho barrio. Debido a la nula producción teórica que relacione el concepto de Resiliencia Comunitaria (RC) con pobreza estructural, se trabajó con una metodología cualitativa enmarcada en la Teoría Fundamentada (TF). Se realizaron 34 entrevistas en profundidad, guiadas por un muestreo teórico, hasta llegar a la saturación teórica de las categorías y dimensiones surgidas a partir de los datos. En el proceso de análisis, concluimos que las estrategias para hacer frente al impacto específico de la pandemia eran las mismas que las que la comunidad realizaba habitualmente para hacer frente al impacto de las problemáticas propias de un barrio vulnerado con pobreza estructural. Se redefinió el objetivo preguntándonos cómo se manifiesta la resiliencia comunitaria, ya no frente al impacto de la pandemia, sino frente a las problemáticas que atraviesa el barrio, en general. A partir de los procesos de codificación cada vez más abstracta de la TF, construimos la categoría general RC, la cual está conformada por tres dimensiones: identidad comunitaria; organización comunitaria y articulación externa. Cada dimensión comprende una serie de categorías interrelacionadas entre sí, y opera de forma instituida e instituyente de relaciones sociales que se instituyen y objetivan en prácticas concretas, que a la vez son instituyentes de esas relaciones. La RC es la capacidad de una comunidad de materializar acciones concretas para dar solución a problemáticas concretas percibidas por esa comunidad, mediante formas de organización en las cuales se construye una identidad comunitaria, cuando los actores externos no dan respuesta a esas problemáticas ni son percibidos como válidos para canalizar la organización a través de ellos.