Efecto del ASPO sobre el índice de masa corporal en niños

    Año de publicación: 2020

    INTRODUCCIÓN Por la pandemia de COVID-19 en Argentina se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO, marzo-noviembre 2020) seguido de una apertura progresiva de restricciones hasta septiembre 2021. El cierre de las escuelas, la suspensión de actividades y el aislamiento social pueden reducir la actividad física afectando el índice de masa corporal (IMC) de los niños/as. OBJETIVOS Evaluar el efecto del ASPO sobre los cambios en el IMC y el estilo de vida en niños/as de 6 a 9 años que realizan regularmente sus controles de salud en el Observatorio de Salud del Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas (IDIP), Hospital de Niños de La Plata. Comparar los cambios en el IMC y la prevalencia de sobrepeso/obesidad de niños/as expuestos al ASPO con un grupo control histórico (GH). MÉTODOS Estudio longitudinal. Niños/as que realizaron sus controles de salud en el Observatorio de Salud en los 4 meses previos al ASPO (medición M1) fueron evaluados antropométricamente en noviembre 2020 (M2, n=140) y en septiembre 2021 (M3, n=104) y los padres respondieron un cuestionario de estilo de vida. Se constituyó el GH (n=124) con datos antropométricos de niños que no experimentaron ASPO entre los 6 y 9 años mediante revisión de historias clínicas. RESULTADOS El IMC incrementó durante el ASPO y este cambio no se revirtió (zIMC/E M1: 0.84±1.05, M2: 1.33±1.36, M3: 1.37±1.26; p<0.001), al igual que la prevalencia de obesidad (M1: 15,4%, M2: 28,8%, M3: 37,5%; p<0.01). La mayoría de los padres reportó que durante el ASPO sus hijos realizaron menos actividad física (52,3%), durmieron más horas (46,6%) e incrementaron el uso de pantallas (55%). El aumento del IMC fue superior en los niños/as expuestos al ASPO (zIMC/E: 0.47 vs GH=0.04; p<0.001) al igual que la prevalencia de obesidad (GE: M1: 15,4%; M2: 28,8%, p=0,008; GH: M1: 16,1%; M2: 20,2%; p=0,510). DISCUSIÓN El ASPO incrementó el IMC y la prevalencia de obesidad en niños entre 6 y 9 años, y este efecto no se revirtió en los meses subsiguientes.

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