Año de publicación: 2012
INTRODUCCION:
Los patrones de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud ayudan a vigilar y evaluar el estado nutricional de los lactantes y niños pequeños. Las prácticas óptimas de alimentación son unas de las intervenciones con mayor efectividad para mejorar la salud de la niñez.OBJETIVO:
Describir las curvas de crecimiento y analizar los factores de riesgo y los factores protectores asociados, en niños/as de 6 a 12 meses que fueron sometidos a controles en tres Centros de Atención Primaria de Morón durante 2010 y 2011.METODOS:
Se realizó un estudio retrospectivo, tipo caso control. La variable dependiente fue el crecimiento; las variables independientes fueron la ingesta de nutrientes, la lactancia materna exclusiva y la continuación de la lactancia, los suplementos vitamínicos y de hierro, la situación socioeconómica y el entorno psicoafectivo del niño/a.RESULTADOS:
En el 39,1% (n=27) de las 69 encuestas realizadas, la curva de crecimiento descendió a partir de la introducción de la alimentación complementaria (casos) y en el 60,9% (n=42), la curva de crecimiento en peso se mantuvo o aumentó (controles). Del análisis de los casos, surge que el aporte calórico insuficiente empeoró la curva de crecimiento (p=0,05), mientras que ésta mejoró con el agregado de suplementos vitamínicos (p=0,01) y la lactancia materna dentro de la primera hora de vida (p=0,02). En el grupo control, el aporte de calorías incorporadas a partir de la ingesta de jugos artificiales, gaseosas y golosinas mejoró la curva de crecimiento (p=0,04). El resto de las variables analizadas no fueron estadísticamente significativas.CONCLUSIONES:
Se considera como factor de riesgo al aporte calórico insuficiente y como factores protectores al suplemento de vitaminas y a la lactancia en la primera hora de vida. Una adecuada nutrición durante la infancia y niñez temprana es esencial para asegurar que los niños alcancen todo su potencial en relación con el crecimiento, la salud y el desarrollo.
INTRODUCTION:
The growth patterns of the World Health Organization can help monitor and assess the nutritional status of infants and toddlers. Optimal feeding practices are one of the most effective interventions to improve child health.OBJECTIVE:
To describe the growth curves and analyze the risk factors and protective factors associated, in children ages 6 to 12 months who underwent health checks in three primary health care centers in Morón during 2010/11.METHODS:
A retrospective, case-control study was conducted. The dependent variable was growth; the independent variables were nutrient intake, exclusive breastfeeding and continued breastfeeding, vitamin and iron supplements, socioeconomic status and psycho-emotional environment of the child.RESULTS:
From 69 surveys conducted, in 39.1% (n=27) the growth curve decreased after the introduction of complementary feeding (cases) and in 60.9% (n=42) the weight growth curve remained stable or increased (controls). According to the analysis of the cases, an insufficient caloric intake worsened the growth curve (p=0.05), while this improved with the addition of vitamin supplements (p=0.01) and breastfeeding within the first hour of life (p=0.02). In the control group, the caloric intake from artificial juice drinks, sodas and snacks improved the growth curve (p=0.04). The rest of the variables analyzed were not statistically significant.CONCLUSIONS:
Insufficient caloric intake is considered a risk factor and vitamin supplement and lactation in the first hour of life are considered protective factors. Adequate nutrition during infancy and early childhood is essential to ensure that children reach their full potential of growth, health and development.