Actual. nutr. (En línea); 26 (2), 2025
Año de publicación: 2025
Introducción:
Las deficiencias nutricionales tempranas pueden producir situaciones de retraso del crecimiento difíciles de revertir y suelen afectar la salud a largo plazo. Comprender las prácticas alimentarias permitiría mejorar las intervenciones en la dieta.
Este estudio tiene como objetivo:
describir la dinámica de consumo de alimentos y bebidas en niños pequeños y simular escenarios de consumo que podrían mejorar la ingesta de nutrientes. Material y métodos:
Estudio descriptivo, observacional, cuantitativo y retrospectivo con datos secundarios de 220 niños no amamantados (12 a 36 meses de edad) proveniente de una encuesta de consumo de alimentos y bebidas. Se analizó la ingesta de carbohidratos, lípidos, proteínas, azúcares totales, hierro, vitamina C, fibra y sodio por categorías de alimentos. El análisis de dinámicas alimentarias y simulaciones fue realizado usando el método NutriChoices, para describir la alternancia y la asociación
entre alimentos en cada individuo. Resultados:
La alimentación de los niños pequeños resultó alta en energía, azúcares, sodio y proteínas; e insuficiente en fibra y hierro. Las principales categorías de alimentos consumidas fueron “Leche de vaca”, “Bebidas azucaradas” y “Carne, huevo y queso”. Los escenarios de simulación muestran una potencial mejora en la ingesta de nutrientes, acercando los valores a las recomendaciones. La leche infantil podría ser una estrategia posible para reducir el exceso proteico con adecuado aporte de hierro y vitamina C. La adecuación de la porción diaria de carnes mostró una reducción estadísticamente significativa de energía, proteínas y hierro. El reemplazo parcial o total de bebidas azucaradas por agua permitiría disminuir la ingesta energética diaria en un 1% y 2,5% respectivamente. Conclusiones:
Conocer el patrón dietético y establecer simulaciones teóricas permitiría diseñar probables cambios que podrían utilizarse como herramientas para alcanzar las recomendaciones nutricionales y mejorar la alimentación complementaria junto a estrategias de educación de cuidadores y promoción de la lactancia materna hasta los 2 años
Introduction:
Early nutritional deficiencies can lead to stunting situations that are difficult to reverse and often affect long-term health. Understanding dietary practices would allow for improved dietary interventions. This study aims:
to describe the dynamics of food and beverage consumption in young children and to simulate consumption scenarios that could improve nutrient intake. Methods:
Descriptive, observational, quantitative and retrospective study with secondary data from 220 non-breastfed children (12 to 36 months of age) from a food and beverage consumption survey. Carbohydrate, lipid, protein, total sugars, iron, vitamin C, fiber, and sodium intakes were analyzed by food category. Dietary dynamics analysis and simulations were performed using the NutriChoices method, to describe the alternation and association between foods in each individual. Results:
The diet of young children was high in energy, sugars, sodium and protein; and insufficient in fiber and iron. The main food categories consumed were “Cow's milk”, “Sugary drinks” and “Meat, egg and cheese”. The simulation scenarios show a potential improvement in nutrient intake, bringing the values closer to the recommendations. Infant milk could be a possible strategy to reduce protein excess with adequate iron and vitamin C intake. The adequacy of the daily portion of meats showed a statistically significant reduction of energy, protein and iron. Partial or total replacement of sugar-sweetened beverages with water would allow decreasing daily energy intake by 1% and 2.5%, respectively. Conclusions:
Knowing the dietary pattern and establishing theoretical simulations would allow designing probable changes that could be used as tools to achieve nutritional recommendations and improve complementary feeding together with caregiver education strategies and promotion of breastfeeding up to 2 years of age