Guía española de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (GesEPOC) 2017: tratamiento farmacológico en fase estable
Spanish guidelines for management of chronic obstructive pulmonary disease (GesEPOC) 2017: pharmacological treatment of stable phase
Arch. bronconeumol; 53 (6), 2017
Année de publication: 2017
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) presenta una gran heterogeneidad clínica, por lo que su tratamiento se debe individualizar según el nivel de riesgo y el fenotipo. La Guía española de la EPOC (GesEPOC) estableció por primera vez en 2012 unas pautas de tratamiento farmacológico basadas en fenotipos clínicos. Estas pautas han sido adoptadas posteriormente por otras normativas nacionales, y han sido respaldadas por nuevas evidencias publicadas desde entonces. En esta actualización 2017 se ha sustituido la clasificación de gravedad inicial por una clasificación de riesgo mucho más sencilla (bajo o alto riesgo), basándose en la función pulmonar, el grado de disnea y la historia de agudizaciones, y se recomienda la determinación del fenotipo clínico únicamente en pacientes de alto riesgo.
Se mantienen los mismos fenotipos clínicos:
no agudizador, EPOC-asma (ACO), agudizador con enfisema y agudizador con bronquitis crónica. La base del tratamiento farmacológico de la EPOC es la broncodilatación, y también es el único tratamiento recomendado en pacientes de bajo riesgo. En los pacientes con alto riesgo se añadirán diversos fármacos a los broncodilatadores según el fenotipo clínico. GesEPOC supone una aproximación al tratamiento de la EPOC más individualizado según las características clínicas de los pacientes y su nivel de riesgo o de complejidad.(AU)
The clinical presentation of chronic obstructive pulmonary disease (COPD) varies widely, so treatment must be tailored according to the level of risk and phenotype. In 2012, the Spanish COPD Guidelines (GesEPOC) first established pharmacological treatment regimens based on clinical phenotypes. These regimens were subsequently adopted by other national guidelines, and since then, have been backed up by new evidence. In this 2017 update, the original severity classification has been replaced by a much simpler risk classification (low or high risk), on the basis of lung function, dyspnea grade, and history of exacerbations, while determination of clinical phenotype is recommended only in high-risk patients.